Marlen Mozo, una joven de 18 años y empleada de SuperGIROS en Bosconia, Cesar, fue brutalmente asesinada a plena luz del día, en lo que parece ser un crimen perpetrado por grupos armados ilegales. Los hechos ocurrieron dentro del local donde Mozo trabajaba, cuando un hombre ingresó, disparó contra ella y huyó en una motocicleta que lo esperaba afuera, según imágenes de cámaras de seguridad.
La escena del crimen dejó consternados a los habitantes de Bosconia y a sus familiares, quienes vieron con horror cómo el sicario dejó un panfleto sobre su cuerpo, en el que un grupo paramilitar se adjudicaba el ataque y lanzaba amenazas de muerte contra quienes “no cumplan sus órdenes”. La comunidad, alarmada por la crueldad del crimen y el mensaje dejado, teme que la violencia se recrudezca en la zona.
Las autoridades locales han ofrecido una recompensa de 40 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables de este homicidio. Aunque hasta el momento no se ha identificado a los culpables, las autoridades investigan posibles vínculos del grupo armado con actividades de extorsión en la región. Este crimen se suma a una serie de incidentes que han sacudido a Cesar, donde las amenazas y los asesinatos de trabajadores del sector de servicios son cada vez más frecuentes.
Mientras la policía intensifica las investigaciones, la muerte de Marlen Mozo reaviva el miedo y la indignación en una comunidad cansada de vivir bajo el acecho de las estructuras armadas que operan impunemente en la región.
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