En el corazón de San Jacinto, municipio enclavado en los Montes de María, Bolívar, se está tejiendo una nueva historia de esperanza y cambio. Un programa de participación ciudadana de la Policía Nacional, llamado “Jóvenes ¡A lo Bien!”, se ha convertido en una luz en la lucha contra la violencia hacia las mujeres.
Una comunidad unida contra la violencia
En San Jacinto, la violencia de género —ya sea física, psicológica, sexual, económica o patrimonial— ha sido un mal que acecha a muchas mujeres. Pero esta comunidad, con la ayuda de la Policía, diversas entidades y fundaciones comprometidas, ha decidido enfrentar esta realidad con determinación y creatividad.
Formación y empoderamiento
Entre las estrategias claves del programa se encuentran la formación, el empleo y el emprendimiento. A través de talleres de elaboración de productos artesanales en crochet y cursos de bordado español, 30 jóvenes y mujeres están adquiriendo habilidades que les permiten mejorar sus niveles de productividad e inserción laboral. Más que simples habilidades, estos talleres son herramientas poderosas para superar situaciones de discriminación y violencia.
María, una de las participantes del curso de crochet, narra con emoción su experiencia: “Antes de unirme a este programa, me sentía atrapada en una situación de violencia doméstica. Aprender a tejer me ha dado una salida, una forma de ganar mi propio dinero y, sobre todo, una nueva perspectiva de vida”. Sus palabras reflejan la transformación personal y la nueva esperanza que el programa le ha brindado.
Un objetivo claro
El objetivo de estos cursos es claro: brindar a las mujeres la oportunidad de obtener independencia económica, un factor crucial para prevenir y superar cualquier tipo de violencia. “Desde el programa Jóvenes ¡A lo Bien! hemos venido trabajando para que nuestras mujeres sanjacinteras tengan acceso a oportunidades que les permitan tener una independencia económica y, de esta manera, evitar ser víctimas de cualquier tipo de violencia”, dijo un vocero de la Policía Comunitaria.
Impacto tangible
El impacto del programa se siente no solo en las habilidades adquiridas, sino también en la transformación personal de cada participante. La confianza y el sentido de comunidad que se desarrollan en estos talleres son palpables. Las mujeres no solo aprenden a tejer hilos, sino que también están tejiendo redes de apoyo mutuo y empoderamiento.
Un futuro esperanzador
Esta iniciativa demuestra que, con la colaboración y el compromiso de todos, es posible crear un entorno donde la violencia de género no tenga cabida. El programa “Jóvenes ¡A lo Bien!” es un ejemplo inspirador de cómo las estrategias de formación y emprendimiento pueden ser herramientas efectivas en la lucha contra la violencia y la discriminación.
En San Jacinto, Bolívar, la comunidad ha comenzado a escribir un nuevo capítulo, uno donde la solidaridad, el aprendizaje y el empoderamiento femenino son los protagonistas. Y es que, al fin y al cabo, cada puntada de crochet y cada diseño bordado son símbolos de la resiliencia y la fortaleza de las mujeres sanjacinteras, quienes están construyendo un futuro libre de violencia.
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