Al interior de la universidad de Cartagena se encuentra desatado un escándalo denominado popularmente como, “EL CARTEL DE LOS VIÁTICOS”. La denominación surge a raíz de los excesivos montos usufructuados por los ex representantes al consejo académico y consejo superior universitario, Juan Camilo Constain y Javier Ojeda Fajardo.
Las declaraciones del estamento estudiantil y la comunidad en general fueron tan contundentes que los implicados publicaron en sus perfiles de la red social Facebook, un comunicado en el que afirmaron, entre otras cosas que; tienen pleno derecho a la utilización de estos recursos, que la universidad no puede ser una isla y el rubro en cuestión era lo que los ayudaba como representantes a integrar al alma mater con los demás sectores. Igualmente afirmaron que usaron los dineros en calidad de miembros del consejo superior universitario y que el monto de estos viáticos es asignado directamente por la universidad según las características del evento. Otro argumento importante de los “exrepresentantes” es que ejecutaron todo el presupuesto en su favor por la apretada agenda que tuvo el año pasado la representación estudiantil adscrita a FENARES.
De lo anterior queda claro que Ojeda y Constain atribuyen cualquier posible destinación inapropiada de los recursos a la administración de la universidad pues, ellos solo presentaron sus solicitudes y es la universidad quien decide cómo y a quien entrega los dineros, sin embargo, justifican que gastaron todas las sumas que le fueron entregadas en los propósitos para los que le fueron concedidas.
Respecto de las anteriores declaraciones, EL COLECTIVO CULTURAL EL TROPELIN realiza varias apreciaciones.
Recordemos que los implicados argumentan que su día de viatico es alto por ser miembro del Consejo Superior Universitario, sin embargo, omiten el hecho de que las altas asignaciones para fines de viajes, estaría siendo sacado de un rubro destinado para gastos del Consejo Superior Estudiantil, organismo que de acuerdo a las normas de la Universidad no se encuentra formalmente constituido. Esto podría resultar en el delito de peculado por destinación oficial diferente.
Si en efecto los altos rubros corresponden a dineros que eran divididos entre varios “líderes o representantes estudiantiles”, se podría estar incurriendo en peculado por apropiación en favor de un tercero.
Según sentencia del Consejo de Estado No. 00008 del 2010, el hecho de hacer parte del consejo directivo/superior de una universidad pública no otorga, ‘per se’, la calidad de funcionario público aun, cuando se desarrollen funciones públicas. Según esta sentencia, no habría razón para que sus asignaciones fuesen tan altas. Como si fuera poco, el nombrado decreto en el que se justifican los implicados, el 333 del 2018, requiere para que se realice una asignación de viáticos en $750.071 por día, además de ser funcionario público, un ingreso base de liquidación mensual de $13.050.813. Ojeda Fajardo es funcionario público por ser miembro de la rama judicial de Colombia, pero esta calidad no lo hace merecedor de la alta asignación de viáticos en la universidad.
Parece desconocerse que mientras a dos personas se les entregó más de $42.000.000 en un año, a discentes que asistieron a rutas académicas que hacen parte de las mallas curriculares de los programas, por ejemplo, en el programa de Derecho se le asignó (a cada uno) aproximadamente $100.000 por una semana de actividad.
Entre los motivos que justifican los gastos del dinero destinado al Consejo Superior Estudiantil, aparece una solicitud aprobada a favor de Ojeda fajardo por la suma de $5.000.000 para “primiparada-Bienvenida estudiantes de primer semestre 2018”. ¿No es esto una destinación irregular de los recursos públicos por parte de la universidad?
Recordemos que las distintas agremiaciones estudiantiles de la universidad de Cartagena han venido denunciando, desde hace algunos años, un supuesto nexo entre algunos representantes y la administración de esta Universidad para acallar las voces de los movimientos estudiantiles, lo que antecede nos lleva a preguntarnos si ¿efectivamente existe una retribución económica por representar falsamente al estudiantado UdeCeísta?, esto con el propósito de que se vote desde el estudiantado, favorablemente a las discusiones de interés personal y político de algunos administrativos del alma mater en sus respectivos organismos. ¿Es todo lo anterior prueba de que existe mermelada para algunos representantes estudiantiles?.
Lo cierto es que, desde EL COLECTIVO CULTURAL EL TROPELIN, rechazamos la forma tan injustificable en la que dos estudiantes usufructuaron más de $42.000.000 en viáticos, mientras a ponentes, docentes y estudiantes del común, les niegan recursos de forma tan seguida y tajante.