¿Qué se puede decir cuando el arma para callar es el miedo?

Siempre pensamos en la infinidad del arte para dejar saber lo que el alma siente, dicho de otro modo; “el arte expresa lo que la palabra no alcanza a decir”. Pero cuando se tiene la sentencia de perder oportunidades a causa de las “cosas” que digas, las críticas que presentas son un acto cercano al terrorismo, pasa que en las paredes de lo que fue un convento, una cárcel, una central eléctrica, un centro psiquiátrico y tras el pasar de los años “una escuela de arte”, pasa; que allí los poderes de lo absurdo han tomado posesión llevando las riendas de lo que es un templo del saber y el cultivar el conocimiento y el humanismo.

Dirigiendo como los más grandes emperadores de la edad media en alguna parte de Asia, como se hacían con el poder los barbaros, reinando con el puño de hierro y la espada en mano; al mejor estilo de Gengis Kan, es dirigido eso a lo que hoy se le titula templo del saber en artes y ciencias.

Las juventudes entran como borregos y se convierten en resignados prospectos de profesores de artística (sin menospreciar la profesión) que no entienden la razón de ser primaría de un artista, que está más allá de ganar adeptos con un proceso impresionante de obras o en su defecto de “shows” para inflar su ego, la razón real del artista es hacer ver nuestros desastres de una forma que no contemplamos.

Parte de esta responsabilidad, la tienen quienes “administran” este recinto del quehacer artístico, desde la personificación de caricaturas que no entienden el valor real del arte, si no que piensan con el bolsillo (o las tetas de silicona) e invierten en infraestructura, recursos físicos, programas costosos; pero, ¿y el sentido real del arte?, ¿Por qué alguien que desprecia el comportamiento artístico maneja tal institución?… son miles las preguntas en cuanto a dirigir y administrar, una contradicción casi, cuando un economista expresa abiertamente: “¡que no le interesa el arte!”.

Las voces del arte hacen silencio casi de catacumba y en esa densidad del vacío mueren muchos sueños, esperanzas, motivaciones, ganas, entusiasmos, pasiones, etc… gracias al sentido dictatorial con el que se enfrentan. Hablar del estado del arte en esta ciudad es complicado, porque es muy difícil hablar de cosas que se hacen con miedo a la censura, la represión y el desasosiego por aquello que te puedan hacer por comportarte como lo sientes.

NO ACUSEN A NADIE POR ESTO, PORQUE TODOS QUIEREN DECIRLO.

Pierre Dageth.

Suscríbete gratis

Reciba actualizaciones, noticias, notificaciones y otras comunicaciones.
* Requerido

¿Te gusta Denuncias Cartagena? ¡Comparte con tus amigos!

DenunciasCTG

0 Comentarios