El corregimiento de Arroyo Grande se encuentra sumido en la indignación y la tristeza tras la trágica muerte de una niña de 12 años el pasado martes 3 de octubre. La menor, estudiante de la Institución Educativa Nueva Esperanza, perdió la vida debido al desplome de una antena de telecomunicaciones en el colegio.
Después de este trágico suceso, las clases presenciales en la institución se suspendieron y se implementaron clases virtuales mientras se adelanta el proceso investigativo. Sin embargo, la comunidad se enfrenta a una situación que genera aún más dolor y rechazo: la antena que causó la muerte de la niña sigue en el lugar donde cayó y no ha sido retirada.
Los padres de familia, en medio de su dolor, se niegan a enviar a sus hijos nuevamente al plantel educativo mientras la antena permanezca en el lugar. Además, los habitantes del corregimiento aseguran que la antena aún está energizada, lo que plantea preocupaciones adicionales sobre la seguridad de los estudiantes y el personal del colegio.
El reintegro de los estudiantes a la Institución Educativa Nueva Esperanza está programado para el 27 de octubre, pero debido a la presencia de la antena, este regreso es incierto y genera una profunda incertidumbre en la comunidad.
La presencia de la antena que cobró la vida de la niña ha avivado la indignación y la exigencia de la comunidad de Arroyo Grande. Esperan que las autoridades tomen medidas prontas para retirar la antena y garantizar la seguridad de los estudiantes, maestros y personal del colegio.
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