Un importante paso en el camino hacia la reparación y transformación de las víctimas del conflicto armado se ha dado en Cartagena. En dos jornadas de atención integral y entrega de cartas de indemnización, un total de 250 personas afectadas por la violencia han resultado beneficiadas. Estas acciones, llevadas a cabo por la Unidad para las Víctimas, buscan contribuir a la reparación, la adecuada inversión de recursos y la transformación de quienes sufrieron los impactos de la guerra en el territorio.
En la primera jornada, que tuvo lugar el lunes, 125 víctimas recibieron atención integral en salud preventiva, orientación educativa, financiera, y desarrollo personal. Estas personas también fueron destinatarias de indemnizaciones individuales entregadas por representantes de entidades territoriales y nacionales, en colaboración con los equipos de la Unidad en Bolívar.
Mañana martes, se llevará a cabo la segunda jornada de atención y reparación individual, donde otras 125 personas afectadas por la violencia serán atendidas. El objetivo es proporcionarles orientación para su desarrollo emocional, personal y familiar, brindando herramientas que contribuyan a su bienestar integral.
Un total de nueve entidades están presentes en estas sesiones, proporcionando información y asesoría a las víctimas. Entre estas instituciones se encuentran el Banco Agrario, la Cámara de Comercio de Cartagena, Famisalud, Sena, Prosperidad Social, el Programa PES, Corvivienda, Secretaría de Educación de la Alcaldía y el Politécnico de América.
La entrega de indemnizaciones a víctimas del conflicto en Cartagena y municipios de Bolívar es un proceso que avanza en agosto. En localidades como María La Baja, San Jacinto, El Carmen, San Juan Nepomuceno, Achí y Magangué, se están entregando un total de 412 cartas de indemnización, buscando brindar apoyo y reconocimiento a quienes han sufrido las consecuencias de la violencia.
La directora Territorial de la Unidad en Bolívar, Marta Luz Salazar, destacó la importancia de fortalecer la entrega de recursos con estrategias que maximicen el impacto en la vida de las víctimas. La superación de vulnerabilidades y la orientación hacia soluciones duraderas son objetivos clave de este proceso.
Una de las víctimas beneficiadas compartió su experiencia, resaltando las enseñanzas y la esperanza que esta jornada le ha brindado. Este proceso de reparación digna no solo deja huellas de aprendizaje, sino también luces para construir un futuro mejor para las próximas generaciones, mejorando viviendas y oportunidades de estudio.
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