En un acto de profunda devoción y fervor religioso, la imagen tallada en madera de la Virgen del Carmen recorrió ayer las calles del Centro Histórico de Cartagena, acompañada por una multitud de feligreses y devotos. Este evento, que reafirma a Cartagena de Indias como un destino religioso, es parte de la celebración del Día de la Virgen del Carmen y contó con una participación masiva que llenó de espiritualidad y tradición las calles de la ciudad.
La jornada inició con una solemne eucaristía en honor a la Virgen del Carmen. La imagen, una talla del siglo XVII, lucía un vestido nuevo, coronada y adornada especialmente para la ocasión. Tras la misa, la procesión avanzó por el Centro Histórico, encabezada por el P. Julio César Muñoz, delegado para la Pastoral Turística; la alcaldesa encargada, María Patricia Porras; y la presidenta de Corpoturismo, Liliana Rodríguez Hurtado.
Cartagena de Indias, recientemente adherida a la Red Mundial de Destinos Turísticos Religiosos y Espirituales, demostró una vez más su vocación como destino religioso. La procesión atrajo a miles de personas, tanto locales como visitantes, quienes con velas, cantos y rezos acompañaron a la Virgen del Carmen, evidenciando la importancia de esta celebración en la vida espiritual de la comunidad.
La alcaldesa encargada, María Patricia Porras, destacó la importancia de este evento no solo para la fe de los cartageneros, sino también para el impulso del turismo religioso en la ciudad. “La devoción a la Virgen del Carmen es una tradición que fortalece nuestra identidad y atrae a turistas que buscan vivir experiencias espirituales auténticas. Este tipo de eventos son fundamentales para consolidar a Cartagena como un referente de turismo religioso”, afirmó Porras.
Liliana Rodríguez Hurtado, presidenta de Corpoturismo, subrayó el impacto positivo de la procesión en la proyección de Cartagena como un destino de peregrinación y espiritualidad. “Formar parte de la Red Mundial de Destinos Turísticos Religiosos y Espirituales nos abre nuevas oportunidades para atraer visitantes de todo el mundo, interesados en conocer nuestras tradiciones y participar en eventos como la procesión de la Virgen del Carmen”, señaló Rodríguez Hurtado.
La procesión concluyó en la Plaza de la Aduana, donde los feligreses recibieron la bendición final y se despidieron con cánticos y alabanzas, renovando su fe y compromiso con la Virgen del Carmen. Este evento, cargado de simbolismo y tradición, reafirma el papel de Cartagena como un epicentro de la devoción religiosa y la espiritualidad.
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