Los residentes del tradicional barrio Getsemaní, en la zona histórica de Cartagena, han solicitado al Concejo distrital la implementación de un plan de incentivos tributarios que les permita permanecer en sus hogares. Actualmente, solo un 12% de la población del barrio es residente, mientras que el resto ha sido desplazado por negocios y comercios que han tomado control de la zona.
Miguel Caballero, representante del Colectivo Centro Histórico y de la Junta de Acción Comunal (JAC), hizo un llamado en el marco de una audiencia pública en el Concejo de Cartagena. Caballero advirtió que el proceso de gentrificación está desplazando a los residentes tradicionales en favor de visitantes y actividades comerciales.
Durante la audiencia, Florencio Ferrer, también miembro de la JAC de Getsemaní, recordó que años atrás se presentó un proyecto de acuerdo para disminuir los impuestos a los residentes del centro histórico, sin embargo, el crecimiento del sector comercial ha eclipsado estas iniciativas.
Caballero subrayó que muchos residentes heredaron sus inmuebles de generaciones anteriores, pero ahora deben enfrentar la competencia de sociedades y empresas que compran estas propiedades por miles de millones de pesos y las arriendan a precios exorbitantes, que pueden alcanzar los 15 millones de pesos diarios. Estas transacciones, realizadas desde el exterior, no benefician a la economía local.
“Cada vez que alguien se muda del barrio, regresan sillas y mesas”, afirmó Caballero, en referencia a la proliferación de establecimientos comerciales. Además, lamentó que productos tradicionales como la limonada o el boli ahora tienen precios inalcanzables para los residentes.
Esta problemática no es exclusiva de Getsemaní. Barrios como Bocagrande y Manga también enfrentan una situación similar, donde lo comercial prevalece sobre la residencia. Caballero citó ejemplos de ciudades en España, Puerto Rico y Francia, donde movimientos sociales han logrado avances significativos para proteger a las comunidades locales en centros históricos.
En su petición al Concejo Distrital de Cartagena, los residentes propusieron incluir exenciones para bienes de interés cultural, tanto urbanos como arquitectónicos, en los que se desarrollen actividades residenciales o que generen ingresos para la conservación del patrimonio. Esta propuesta busca contrarrestar el impacto de la gentrificación y asegurar la conservación efectiva del patrimonio cultural del centro histórico de Cartagena.
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