El escalofriante descubrimiento tuvo lugar en la mañana del miércoles 25 de octubre alrededor de las 12 del mediodía. El cadáver de Quintana fue encontrado en una de las habitaciones del segundo piso de una residencia ubicada en la manzana 2, lote 20, muy cerca del CAI de la Policía en el mencionado barrio.
Para sus vecinos y la propia Policía, las circunstancias que rodean la muerte de Quintana son un enigma. Según las declaraciones de personas cercanas, nadie había visto a Quintana durante cinco días. La dueña de la casa donde vivía compartió su preocupación, ya que él no había salido ni se había dirigido al trabajo en todo ese tiempo.
La macabra historia tomó un giro inquietante cuando los vecinos, alarmados por un fuerte olor que provenía de la vivienda de Quintana, decidieron investigar. Al percatarse de que la puerta tenía un seguro y una tranca cruzada en su parte interna, optaron por entrar por una ventana.
La sorpresa fue aterradora: encontraron el cuerpo de Ricardo Quintana en un avanzado estado de descomposición. La Policía llegó al lugar de inmediato para preservar la escena y permitir que los forenses realicen su investigación preliminar.
Aunque aún no se ha confirmado, existe una versión no oficial que sugiere que Quintana compartía el apartamento con otro hombre del que no se tiene información precisa. Lo que sí se ha establecido es que Ricardo Quintana vivía en el inmueble durante aproximadamente 10 meses y trabajaba como preventista en una distribuidora de gaseosas y agua.
El cuerpo de Quintana ha sido trasladado a la morgue de Medicina Legal y se espera que la necropsia revele las causas de su fallecimiento en este perturbador y misterioso caso. La comunidad está desconcertada por lo ocurrido y espera respuestas sobre lo que realmente sucedió en ese inmueble.
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