El pasado miércoles 7 de febrero, Cartagena despertó con el mar desbordado, resultado de la convergencia de dos fenómenos: el mar de leva y la marea alta. Los residentes de la ciudad se enfrentaron a fuertes inundaciones en vías principales de Marbella y Bocagrande, como se pudo apreciar en varios videos compartidos por redes sociales.
Esta situación no tomó por sorpresa a la comunidad, ya que el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe (CIOH) emitió un aviso previo desde el 5 de febrero sobre la posibilidad de mar de leva. A pesar de las advertencias, las consecuencias del fenómeno fueron evidentes, especialmente en el sector de Castillogrande.
El fuerte oleaje del mar provocó la erosión de algunos sectores de las playas de Castillogrande, particularmente al final del sendero peatonal, donde se estrecha la playa. Este fenómeno destruyó algunas placas de concreto y generó preocupación entre los residentes del área.
Un residente del sector expresó su preocupación ante El Universal, señalando la urgencia de que las dependencias distritales competentes, como Gestión de Riesgo, Espacio Público y Secretaría de Infraestructura, intervengan cuanto antes en el sector afectado. La comunidad espera una pronta respuesta y medidas para reparar los daños ocasionados por el mar desbordado.
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