En un emotivo y desgarrador video transmitido en vivo a través de sus redes sociales, Javier Acosta, un joven bogotano de espíritu deportivo y ferviente hincha del club Millonarios, anunció su decisión de someterse a la eutanasia, poniendo fin a su lucha contra una implacable infección bacteriana que, en cuestión de meses, deterioró gravemente su salud.
Lo que comenzó como una simple infección en su glúteo izquierdo, una situación que en principio parecía manejable, rápidamente se convirtió en una pesadilla. Durante la transmisión, Javier relató cómo la infección se extendió primero al glúteo derecho, luego destruyó parte de sus huesos y tejidos, para finalmente contaminar su sangre. A medida que la infección avanzaba, los médicos le diagnosticaron osteomielitis, una severa inflamación ósea causada por la bacteria.
“La bacteria es una levadura que se alimenta hasta de los mismos antibióticos. En el momento estoy con tres antibióticos. Me sacaron sangre, un estudio aquí, un estudio allí y encontraron que la bacteria se desplazó más y más hasta llegar no solamente al hueso, sino a tejidos y la tengo en la sangre, es decir, tengo leucemia”, compartió Javier en el video, visiblemente afectado pero sereno con su decisión.
Javier, quien se contagió de la bacteria durante un paseo familiar en el municipio de Megar, Tolima, explicó que la infección se tornó tan agresiva que ni siquiera los tratamientos más fuertes pudieron contener su avance. Consciente de la gravedad de su situación y del inevitable desenlace, decidió recurrir a la eutanasia, un procedimiento legal en Colombia para casos de enfermedades terminales o graves que provocan un sufrimiento intolerable.
En sus últimas palabras públicas, Javier expresó que se sentía en paz y tranquilo con la decisión tomada. “Nos veremos en el cielo”, dijo antes de despedirse de sus seguidores y seres queridos. Su valiente elección y la forma en que compartió su experiencia en redes sociales ha conmovido a miles de personas en todo el país.
El trágico caso de Javier Acosta no solo pone en evidencia la devastadora realidad de algunas infecciones bacterianas, sino que también resalta la importancia del debate sobre el derecho a una muerte digna. Mientras el país lamenta su partida, su historia permanecerá como un recordatorio de la lucha por la calidad de vida y el respeto por las decisiones personales frente al sufrimiento.
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