La alcaldía de Cartagena realizó un operativo sorpresivo a las tres de la madrugada para trasladar a unos 200 gatos en condición de abandono que eran cuidados por Esperanza Soto, conocida como “Esperanza de los gatos”. A pesar de que algunos funcionarios filtraron la información a los animalistas, estos se presentaron en el lugar en apoyo y realizaron una cadena humana para impedir el traslado. A pesar de esto, la UMATA, Policía, Bomberos y otras dependencias rompieron las mallas y se llevaron a los gatos a Santa Rosa, al centro de cuidado animal “El Guardan”.
El alcalde de Cartagena Dumek Turbay y el director de la UMATA, Adolfo Pérez, habían indicado que los gatos serían trasladados a un lote acondicionado en la vereda de Tierra Bajo, pero finalmente fueron llevados a Santa Rosa sin previo aviso. Los animalistas denunciaron el operativo como una traición, debido a la falta de transparencia por parte de las autoridades.
Durante el traslado, se denunció presunto maltrato a la señora Esperanza, quien estaba encadenada dentro del refugio y fue sacada a la fuerza por uniformados hombres, a pesar de que la Policía cuenta con mujeres en sus filas. Una vez en Santa Rosa, los gatos fueron dejados en canastos en un espacio cerrado, sin ventilación ni comida, lo que llevó a denuncias de maltrato animal.
Ante esta situación, los animalistas anunciaron la creación de una veeduría para garantizar la protección y bienestar de los gatos trasladados.
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