El proceso de selección del contralor departamental de Bolívar para el período 2026-2029 ha alcanzado un momento crítico tras revelarse los mejores puntajes en la prueba de conocimiento. Entre los candidatos destacan perfiles sólidos que tienen posibilidades reales de llegar a la votación en plenaria de la Asamblea de Bolívar en noviembre de 2025.
Uno de los aspirantes es Waldy Elías Seluan Martelo, actual directivo de la Secretaría de Educación de Cartagena y con experiencia en la Contraloría Distrital. A pesar de haber superado los filtros técnicos, su nombre ha generado preocupación en la Duma seccional, dado que ocupó un cargo en la rama ejecutiva del orden distrital en el último año, lo que podría resultar en una inhabilidad para ser nombrado contralor departamental.
Durante una reciente sesión de la Asamblea, un miembro alertó sobre la situación, afirmando que la meritocracia no puede corregir una inhabilidad. Se enfatizó: “Si un candidato impedido avanza a la terna y es elegido, el acto quedaría viciado, lo que podría conllevar investigaciones y que la corporación sea inducida a error por información incompleta”.
En este contexto político sensible, es crucial que antes de formar la terna se realice una verificación exhaustiva de inhabilidades, que incluya certificaciones laborales actualizadas y comparaciones con las entidades donde han trabajado los aspirantes. Elegir correctamente no solo implica votar por el mayor puntaje, sino asegurar que quien obtenga la mayoría esté plenamente habilitado.
El ejemplo de Héctor Rodolfo Consuegra Salinas, contralor distrital elegido en Cartagena en 2020 y actualmente condenado a seis años de prisión por fraude procesal, ilustra el alto costo institucional de ignorar las alertas sobre inhabilidades. Este precedente destaca cómo un proceso contaminado puede socavar la legitimidad de la corporación.
A medida que avanza el proceso, aumenta la tensión por la presencia de aspirantes con altas calificaciones pero posibles impedimentos. Si Waldy Elías Seluan Martelo es incluido en la terna y es elegido sin haber superado la restricción temporal de su reciente desempeño en la administración distrital, la elección comenzaría con un vicio insalvable.
La vía responsable es clara: excluir a quienes no cumplan los requisitos de habilitación, respaldar la decisión con documentación y recordar que un contralor debidamente elegido protege a la Asamblea y refuerza el control fiscal que le compete.
0 Comentarios