Cartagena continúa lidiando con las consecuencias de la temporada de lluvias, que según el Ideam se extiende de mayo a noviembre, siendo octubre el mes más lluvioso. En la mañana del 8 de octubre, un aguacero torrencial provocó inundaciones en varios sectores de la ciudad, incluyendo el emblemático Mercado de Bazurto.
Este mercado, uno de los centros comerciales más importantes de Cartagena, ya había sido intervenido por el Distrito semanas antes mediante una labor de limpieza en el sector conocido como La Rampa, un punto estratégico por el alto tráfico de camiones que transportan mercancías desde diferentes regiones del país. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, las lluvias recientes demostraron que el problema persiste, especialmente debido al manejo inadecuado de desechos que obstruyen los sistemas de drenaje.
Fuentes cercanas al mercado expresaron su preocupación ante esta situación, señalando que aunque se han realizado avances en cuanto a la gestión y limpieza del área, todavía queda mucho por hacer en términos de cultura ciudadana. “Ya tenemos a un equipo psicosocial trabajando en esto, pero no ha sido fácil. Pedimos apoyo de la Policía Ambiental para que comience a ayudarnos, ya que este debe ser un trabajo de conciencia y en equipo”, comentó una fuente vinculada a la plaza de mercado.
Afortunadamente, las inundaciones no lograron paralizar las operaciones por completo, y los camiones lograron retomar sus actividades en cuestión de horas. Sin embargo, el riesgo de futuras lluvias y los daños que podrían ocasionar mantienen en alerta a los comerciantes. “Pensamos en lo que se avecina con las lluvias. Estas inundaciones afectan directamente al comerciante porque paralizan parcialmente las operaciones”, explicó la fuente.
Aunque se han hecho avances y las cotizaciones para mejoras ya están listas, la fuente indicó que la solución definitiva no depende únicamente de los comerciantes, sino que requiere un esfuerzo conjunto entre el Distrito y la empresa de aseo responsable del sector. “El Distrito está involucrado y es la columna vertebral para poder sacar esto adelante; sin embargo, la amenaza de pérdidas económicas no deja de preocupar, porque las operaciones de descarga de productos se retrasan y ahí es donde se ve el impacto negativo”, concluyó.
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