La Unión Europea alcanza un acuerdo histórico para regular el uso de la inteligencia artificial, marcando un hito global en la legislación del sector. Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interno, destaca el acuerdo como una plataforma para liderar la carrera hacia una IA confiable.
El pasado viernes, después de tres días de intensas negociaciones entre los Estados miembros y el Parlamento Europeo, se logró un acuerdo trascendental sobre la regulación de la inteligencia artificial (IA). Esta legislación es vista como un paso crucial para fomentar la innovación y prevenir el uso indebido de la IA en la región.
Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interno y responsable de temas digitales, calificó el acuerdo como “histórico”. Destacó que este marco legislativo no solo establece reglas, sino que también facilita el liderazgo de empresas e investigadores de la UE en el desarrollo de una IA confiable.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, celebró este acuerdo como un “cuadro legal único” para el desarrollo de la inteligencia artificial en la que se pueda confiar.
El proyecto de legislación, concebido en 2021 por la Comisión Europea, tiene como objetivo principal evitar el uso indebido de la IA y fomentar la innovación en este ámbito. A pesar de las preocupaciones generadas por el uso inapropiado de la tecnología, las negociaciones concluyeron con un acuerdo crucial para la UE.
El acuerdo, aún pendiente de aprobación en el Parlamento Europeo y en los países del bloque, establece reglas fundamentales para sistemas de IA considerados de alto riesgo, como los utilizados en infraestructura esencial o educación. Estos sistemas deberán cumplir con obligaciones como garantizar el control humano y la implementación de un sistema de gestión de riesgos.
Además, la legislación establece una supervisión específica para sistemas de IA que interactúan con humanos, exigiendo que informen a cada usuario sobre la interacción con una máquina. Este acuerdo marca un paso esencial en la regulación de la IA, proporcionando una base sólida para su desarrollo futuro en la Unión Europea.
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