En un giro sorprendente, una empresa de publicidad en Xian, China, ha sido acusada de trasladar su sede a una zona montañosa remota con la aparente intención de forzar a sus empleados a renunciar en lugar de despedirlos y así evitar pagar compensaciones salariales.
El caso salió a la luz a través de un ex empleado que compartió la historia con el medio local South China Morning Post. Según él, la nueva ubicación en las montañas Qinling es de difícil acceso, requiriendo un viaje de dos horas y una caminata de tres kilómetros por senderos montañosos, dejando a los empleados en condiciones laborales extremas.
Incluso, la empresa se negó a proporcionar subsidios de transporte y, según el denunciante, 14 de más de 20 empleados renunciaron después de darse cuenta de que sus quejas no eran atendidas. La oscura vuelta a casa, con escasa iluminación y la presencia de perros callejeros, contribuyó a la decisión de renunciar.
Lo asombroso fue que, cuatro días después de las renuncias, los empleados descubrieron que la empresa había vuelto al centro de la ciudad y estaba contratando nuevo personal, lo que llevó a la conclusión de que el traslado fue una estrategia para forzar renuncias.
Un representante de la empresa rechazó estas afirmaciones, alegando que el traslado fue temporal para reducir costos debido al alto alquiler en el distrito central de negocios y a la renovación de la nueva oficina que llevaría una semana. Además, anunciaron la intención de emprender acciones legales contra los ex empleados por dañar la imagen de la compañía.
Sin embargo, los extrabajadores sostienen que se les había dicho que el periodo de trabajo en las montañas podría ser largo, posiblemente hasta el próximo año, generando escepticismo sobre la versión de la empresa y sus acciones legales.
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